El artista alemán Jan Vormann es el autor de un proyecto que llena los agujeros de edificios reales con ladrillos de juguetes o legos. El proyecto Dispatchwork ha podido realizar su lúdicas, casi furtivas instalaciones en Bocchignano, Italia, en Tel Aviv, Israel y ahora en Berlín donde rellena los huecos de edificios destruidos por los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial con los característicos ladrillos de colores, creando un efecto de divertida irrealidad constrastante con la seriedad impenetrable que transmiten estas estructuras. Combatiendo el horror vacui de una forma práctico infantil, como un niño que se da cuenta que puede arreglar las cosas con chicles o plastilina.
Manifiesto del proyecto Dispatchwork:
Manifiesto del proyecto Dispatchwork:
2 comentarios:
Qué divertido, me imaginé que reparaba la ciudad de Guanajuato, ammm...mi cabeza con Legos, tampoco estaría mal.
saludos,
raro pero ingenioso....esteticamente? no estoy segura de que la solucion sea la mejor pero es atractiva
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