El centro de la muestra es la fachada de esta antigua central eléctrica. En su inauguración, el viernes 23, apenas quedará un ladrillo libre. Seis artistas internacionales cubrirán sus secciones (de 18x8 metros) con trabajos creados para la ocasión.
El brasileño Nunca va muy adelantado. Ha dibujado un gigante con pinta de bucanero. La figura pisotea una mano mecánica, invadiendo incluso la cristalera de la cafetería.Al lado del gigante, el italiano Blu ha delineado un círculo del que surgen escaleras, habitaciones, figuras humanas. Puede que termine simulando un edificio de viviendas, con historias familiares en su interior. Blu no aporta pistas. El misterio se descubrirá al final, dice al bajar de la grúa. Está muerto de frío, harto del viento.
El viento también entorpece el progreso de la intervención de Sixeart. Es difícil fijar el negro, comenta en catalán. La explanada de la Tate es una auténtica obra. A su lado, el equipo de siete ayudantes de JR, fotógrafo grafitero francés, tiene que pegar sobre la fachada cientos de secciones del cartel que ha diseñado el maestro urbano y el reloj corre marcha atrás. La logística no funciona a la perfección.
Los dos artistas restantes, los hermanos brasileños Os Gemeos y el colectivo de Nueva York, Faile, apenas han abordado sus respectivas secciones. La fachada ha sido tratada para eliminar cualquier rastro de grafiti a partir del 25 de agosto, cuando se clausura el experimento de Street Art.
La intervención de los grafiteros no se limita al exterior de la Tate. Un colectivo afincado en Madrid Nano, 3TTMAN, Nuria y El Tono, entre ellos dejará huellas artísticas en edificios del barrio. Representa la apuesta alternativa a colegas que, como Sixeart o Faile, venden su obra en galerías de arte. La Tate les ha propuesto llevar al público por un recorrido de grafitis e instalaciones callejeras este fin de semana. España es hoy en día el país más interesante en arte urbano, afirma Rafael Schacter, comisario del programa.
Sorprende la ausencia de artistas británicos en la muestra: en la cuna de Banksy, el más famoso exponente del momento, el museo ha descuidado su cantera para presentar una panorámica internacional. Se dice que los grafiteros británicos están enfurecidos por lo que consideran una ofensa. Bansky guarda mucho su identidad y no creo que le interese pintar subido a una grúa, a tiro de miles de cámaras, justifica Sixeart.
Seis grafiteros ante la Tate
Blu, Bolonia (Italia)
Trabaja con dibujos, casi siempre a gran escala y utilizando técnicas tradicionales. Sus imágenes desprenden cierta fascinación por lo macabro, la muerte y el cuerpo humano.
Falle, Nueva York (EEUU)
Este colectivo se inspira en la descomposición de los muros para presentar su relectura del cómic tradicional. Cultura pop que también ha convertido en escultura o música.
JR, París (Francia)
Plantea su trabajo con gran conciencia social y política. En un reciente trabajo en zonas de batalla de Palestina, fotografió a sus habitantes para mostrar el rostro del conflicto.
Nunca, Sao Paulo (Brasil)
Su obra está muy influenciada por los patrones geométricos y los colores del arte indígena de Suramérica. Su clave está en la combinación de imágenes rurales y urbanas.
Os Gemeos, Sao Paulo (Brasil)
Estos hermanos gemelos, con más de 20 años de trayectoria, han definido el estilo del grafiti de su país. Temas oníricos conviven con cuñas políticas y folclore brasileño.
Mezcla la abstracción psicodélica con la figuración del cómic. El halo infantil de sus imágenes combinado con el surrealismo ha provocado que le comparen con Miró.
http://www.publico.es/culturas/096174/grafiti/tate
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