
Convoca una huelga en tu escuela o lugar de trabajo sobre las bases de que no satisfacen tus necesidades de indolencia y belleza espiritual.
El arte del graffiti prestó cierta gracia a los laidos subterráneos del metro, y a los rígidos monumentos públicos; el TP también puede ser creado para lugares públicos: poemas garabateados en los lavabos del juzgado, pequeños fetiches abandonados en parques y restaurantes, arte en fotocopias bajo el limpiaparabrisas de los coches aparcados, Consignas en Grandes Caracteres pegadas por las paredes de los patios de recreo, cartas anónimas enviadas a destinatarios conocidos o al azar (fraude postal), retransmisiones piratas de radio, cemento fresco...
La reacción o el choque estético provocados por el TP en la audiencia han de ser al menos tan intensos como la agitación propia del terror -asco penetrante, excitación sexual, asombro supersticioso, angustia dadaesca, una ruptura intuitiva repentina- no importa si el TP va dirigido a una sola o a muchas personas, no importa si va "firmado" o es anónimo, si no transforma la vida de alguien (aparte de la del artista) es que no funciona.
El TP es un acto en un Teatro de la Crueldad que no tiene ni escenario, ni filas ni asientos, ni localidades, ni paredes. Con objeto de que funcione en absoluto, el TP debe desvincularse categóricamente de toda estructura convencional del consumo del arte (galerías, publicaciones, media). Incluso las tácticas de guerrilla situacionistas de teatro callejero resultan ya demasiado conocidas y previsibles.
Una seducción exquisita -conducida no sólo por la causa de la mutua satisfacción sino también como acto consciente en una vida deliberadamente bella- puede ser el TP definitivo. El terrorista P se comporta como un estafador cuyo objetivo no es el dinero, sino el CAMBIO. No hagas TP para otros artistas, hazlo para gente que no repare (al menos por un momento) en que lo que has hecho es arte. Evita las categorías artísticas reconocibles, evita la política, no te quedes a discutir, no seas sentimental; se implacable, arriésgate, practica el vandalismo sólo en lo que ha de ser desfigurado, haz algo que los niños puedan recordar toda la vida -pero no seas espontáneo a menos que la musa de TP te posea-.
Vístete. Deja un nombre falso. Se legendario. El mejor TP está contra la ley, pero que no te pillen. Arte como crimen; crimen como arte.
[Recogido en CAOS: Los pasquines del anarquismo ontológico (1984) y publicados en T.A.Z. Zona Temporalmente Autónoma, Ed. Original: Autonomedia, P.O.Box 568, Williamsburg Station Brooklyn, NY 11211-0568, EEUU; Ed. Española: Talasa, 1996 c/ Hileras, 8, 1º dcha; 28013 Madrid, traducción de Guadalupe Sordo.]
Texto original en ingles http://www.hermetic.com (Poetic Terrorism - T.A.Z.)
Texto traducido http://lahaine.org
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