Proyectan arte en web...

Encuentra 'street art' escaparate virtual

Jorge Ricardo

Ciudad de México (18 de octubre de 2007).- Desde hace un año, el street art mexicano Javier Sánchez (www.youtube.com/user/Aiwey) produce videos para YouTube. Lejos parece haber quedado la "técnica" de Jawed Karim, uno de los fundadores de la página en febrero de 2005 y el primero que "subió" un video, Me at the zoo, el 23 de abril del mismo año, donde sin un guión preparado aparece frente a elefantes.

Si en sus inicios los videos disponibles en YouTube fueron fragmentos de programas de televisión y de cine o filmaciones espontáneas, cada vez más el sitio electrónico genera sus producciones "propias", al punto de que en septiembre pasado lanzó su convocatoria de cortometrajes Project Direct.

El 10 de octubre pasado la compañía abrió su sitio YouTube México, que se sumó a los servicios locales de Brasil, Francia, Irlanda, Italia, Japón, Holanda y Reino Unido. Según la Asociación Mexicana de Internet, del universo de 22.7 millones de internautas en el País, el 67 por ciento ha subido un video o una foto a la red.

Así, la pared se volvió electrónica, asegura Javier Sánchez.

"Como street art, si encuentras una pared donde te vean, ahí pegas tu obra, YouTube es una pared muy buena, te ven masivamente".

La pintora chilena Carolina Urra (www.youtube.com/user/caroljbowie) realiza "microfilmaciones" también especialmente para YouTube: "Mi trabajo es la construcción de un diálogo con la experimentación visual, es más difícil desarticular lo transmitido por la televisión que crear algo nuevo", aseguró.

Otro ejemplo son las "microfilmaciones" del francés Nicolás Chirikoff (www.youtube.com/user/nicolaschirokoff).

"Son ideas sobre cintas de video, igual que un pintor echaría esbozos de obras sobre las páginas de un cuaderno pero, a diferencia, estos videos se quedan así porque este lado espontáneo y bruto crea algo que podría acercarse a la poesía: un video, una idea, un momento: un minuto", apuntó el videoasta.

En los tres casos hay constantes impuestas por ciertas especificaciones: deben ocupar un espacio no mayor a los 100 megabytes y tener una duración menor o igual a 10 minutos, todos son convertidos a una resolución de 450 x 337 pixeles a 30 imágenes por segundo.

En algunos ámbitos, como el del graffiti, la posibilidad de difusión ha modificado la manera de llevar a cabo la obra: Javier Sánchez Aiwey ha realizado unos 50 videos de street art, en los que registra desde los "preparativos" para hacer el dibujo hasta su colocación. Uno de ellos capta cómo Alexis Mata Ciler pega una obra; además, la primera parte de su "documental" Mexican Graffiti ha recibido más de 20 mil visitas.

"La calle ya no es de quien la interviene, sino de quien la documenta", dijo el propio Ciler.

Aiwey sale a la calle con una cámara de fotos y otra de video: "Solamente somos dos personas, por lo regular edito mis videos en Final Cut y tienen una duración de cinco minutos. Empecé usando mi página, aiwey.tv, pero me la quitaron porque se saturaba", indicó.

El trabajo de Chirikoff es algo más profesional, él trabaja también para grupos de música como Wakal y Dapunto. Sin embargo, afirma que la comprensión de un video y su tamaño reducido generan un tipo de lectura diferente.

"Un texto demasiado pequeño no se podrá leer, los detalles se pierden", agrega.

Filmaciones de este tipo responden a la posibilidad de "documentar" la realización artística, como el proyecto www.thegraffitiproject.net, pero al mismo tiempo a la falta de espacios para la difusión del arte, coinciden los videoastas.

"Crecí en una época en la cual el arte dejó de pertenecer a las galerías o a una élite, existe una tendencia a buscar nuevos medios de difusión y crear un nueva lectura del arte. Hay una necesidad de encontrar el camino hacia el público. Youtube e internet son una oportunidad: viste mis videos en youtube y me llamaste, o sea que sí funciona", dice Chirikoff.

Este artículo fué publicado en:
http://www.reforma.com/cultura/articulo/410/819245/

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