Grafiteros de distintos lugares de España mostraron ayer sus dotes artísticas en el Centro Asturiano, donde decoraron un muro
Rodeados de aerosoles, rotuladores, bocetos y muchas manchas de color estaban ayer los participantes en el concurso de grafitis celebrado en el Centro Asturiano de Oviedo. Las tradicionales paredes, tapias, vallas publicitarias, andenes, túneles y vagones de ferrocarril metropolitano de las grandes ciudades se sustituyeron por la pared trasera de las pistas de tenis del club de campo del Naranco. Los artistas seleccionados elaboraron un mural centrado en la naturaleza y el deporte, con estilos muy variados. Desde arte pop, surrealismo o figuración fantástica al clásico «wireless style», más popularmente conocido como grafiti.
Pablo Sampedro, coordinador del proyecto, destacó la importancia de la ubicación para realizar un buen trabajo: «es mucho más que un grafiti, es un proyecto artístico en plena naturaleza». Un proyecto que se inició con la selección de los mejores bocetos que se ajustaban al tema elegido por el Centro Asturiano. Quince fueron los seleccionados que, con sus sprays, dieron ayer un toque urbano al club. Entre ellos, Juan Rodríguez, conocido en el mundillo como «Cameron», que estaba dibujando su indescifrable nombre. Este vigués de 22 años lleva pintando desde el año 2001 y asegura que «no puedes vivir de ello, pero sí sacarte algo de dinero». En Vigo, dijo, no hay muchos espacios para pintar, aunque recalcó «todo lo que se pueda, yo lo pinto». Cameron dejó su firma también en Barcelona y asegura que quiere pintar en Dublín.
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